Cuando Nacho Cano escribió la canción el mundo futuro en 1998, solo estaba poniendo un pequeño antecedente de la #eradigital que se nos venía encima y como iba a cambiar totalmente la manera de vivir el día a día. Ahora que el futuro ya nos alcanzó y los cambios son constantes; que todo es mucho más rápido, videos y personas que se vuelven virales en redes sociales en horas, así como movimientos sociales, culturales, económicos etc. En esta nueva realidad, nuestra empresa o marca no puede quedarse atrás.
Es por eso que muchas empresas están evolucionando y moviéndose hacia un #mundodigital. Esto incluye la evolución de su identidad corporativa y saber que ahora su imagen ya no refleja lo que reflejaba hace unos 10 años o incluso hace 5. Imagínense si hoy Bacardí volviera a lanzar su comercial con Saúl Lisazo (doblado con una voz que no es suya) en su club lujoso con muchos viejitos y su copón de añejo de Bacardí haciendo “la prueba del añejo”, cuando ya ningún joven quiere vivir así y no se identifica con ese estilo de vida de los años 80s. Podría volverse viral (porque les daría risa) SÍ, de que consumieran la marca no estoy seguro.
Cuando una empresa decide cambiar su identidad corporativa es porque sabe que el mercado ha cambiado totalmente y que ahora tiene un nuevo objetivo, un nuevo público y una futura generación a la que tienen que captar. Con frecuencia es controversial cuando deciden hacerlo porque las personas no estamos abiertas a los cambios radicales y queremos que el tiempo no pase y quedarnos cómodos a lo que ya conocemos o estamos acostumbrados.
Tal es el caso del #TecDeMonterrey , que al cambiar su #imagotipo fue objeto de burlas y memes porque a la gente simplemente se le hacía gráficamente muy informal y sencillo para una institución. Sin duda fueron valientes, ya que independientemente de que te parezca bonito o no, tomaron un gran riesgo porque sabían hacia donde iba el mercado de sus futuros alumnos.
El más reciente caso de Cinépolis, que como resultado de su crecimiento global decidió renovarse totalmente. Con ello crearon una experiencia distinta para una nueva generación de consumidores. Aún así, también tuvo críticas y comparaciones con otros logotipos porque simplemente fue un cambio muy drástico.
A final de cuentas la tendencia ahora de las marcas es simplificar lo más posible y que las nuevas generaciones puedan identificarlas más fácilmente, en un mundo donde todo es más rápido y efímero (los viejos ya nos acostumbraremos).
Uno de los últimos casos de simplificación de marca es el isologo de Warner Brothers, una empresa que desde 1923 está en el mercado y también aprovechó su aniversario para renovarse, evolucionar y poder conectar con una nueva generación.
Muchas veces nos topamos con dueños de empresas que no quieren cambiar incluso refrescar o actualizar un poco su identidad gráfica porque le tienen mucho cariño, porque lo hizo alguien de una generación atrás con la ilusión de crear la empresa, porque les ha funcionado durante todo el tiempo o simplemente porque les gusta, está “bonito” y no quieren renovarlo.
Entendemos el apego y el cariño que le tienen a su logotipo pero también sabemos que el mundo y los consumidores irán perdiendo interés porque el mercado sigue evolucionando. Si una empresa quiere seguir creciendo se tiene que renovarse “SÍ o SÍ”. Realmente en estos días no hay opción para quedarse atrás si quieres seguir vendiendo y llegar a un nuevo mercado.
Uno de los casos de éxito es BBVA, que lanzó su campaña de renovación global casi de un día para otro y lo ha hecho muy bien. Su identidad gráfica le ha dado un gran giro, hacia una nueva generación que está todo el tiempo concentrada en sus teléfonos y tablets. Ya no es tener dinero en el banco para solo guardarlo y hacerse rico, es tener dinero para tener experiencias, viajar, disfrutar de una buena comida o comprar cosas que realmente te hagan feliz. Añadiendo a todo esto una cultura de administración y salud financiera, sin duda una nueva experiencia de usuario en cuanto a servicios y una app totalmente nueva e intuitiva para poder hacer movimientos a cualquier hora del día los 365 del año. ¿Y hacia dónde va todo eso? es sencillo, a mantener y captar nuevos cuentahabientes.
Es por eso que si aún estás pensando que tu logotipo es bonito y te funciona, te invitamos a que lo pienses un poco y que te arriesgues a dar el paso para actualizarte y entrar sin miedo a esta era digital.
Una empresa que se renueva y se refresca habla muy bien de ella porque el usuario o cliente sabe que está abierta a los cambios y se identificará mucho más rápido con ella y que como el caso de #BBVA te traerá más clientes, jóvenes clientes y más ventas.
Para terminar la bonita canción de Mecano: